Durante tres días, 29, 30 y 31 de julio el corazón de Calucé se hizo más grande y más feliz gracias a la sonrisa de los niños y las niñas.
El equipo interdisciplinario estuvo visitando algunas fundaciones del municipio de Chía que apoyan a familias, especialmente a niños, que están en condición de vulnerabilidad o en algún tipo de riesgo social.
Creemos en Calucé que “La sonrisa de los niños es también la sonrisa de los ángeles”, por eso compartimos con ellos una tarde de juego, pero también con una divertida presentación sobre el ciclo vital del ser humano y así aprender un poco más de los adultos mayores.
Agradecemos a la Fundación Universo de Amor y a la Fundación Infantes Misioneros abrir las puertas de su casa y de su corazón para recibirnos y permitir celebrar con ellos y también a la Fundación Casa Ronald McDonald.
Este compromiso de responsabilidad social empresarial nos recuerda que trabajar por la paz se vive día a día en Calucé.