La danza es una herramienta terapéutica que influye en la condición física, por el movimiento; así como en la parte emocional como instrumento de exploración, interpretación, manifestación y aprendizaje de nuestra riqueza cultural.
En esta actividad interactúan cuerpo y mente del individuo, liberando emociones, sentimientos y fortaleciendo áreas específicas del sistema músculo-esquelético y cardiovascular. Algunos de los beneficios que podemos obtener con esta actividad son el mantenimiento fisio-cinético, fortalecimiento cardiovascular, la prevención y disminución del estrés, promueve la elasticidad, mejora la actitud hacia la vida, mejora el estado de ánimo y relaciones con los demás. Asimismo, eleva fomenta un clima de camaradería y estrecha las relaciones de confianza y amistad.